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domingo, 1 de julio de 2012

La Y vasca: una red-isla de alta velocidad regional

   Este titular viene a cuento por dos razones: en primer lugar, es un hecho de que no habrá parón en las obras de la Y vasca, si bien desde hace unos meses, responsables de Madrid y del País Vasco, han decidido dar prioridad a la conexión de alta velocidad entre Bilbao y Vitoria, retrasando algo la conexión con la capital donostiarra. Lo que se quiere es contar con una red de alta velocidad regional para el 2017.

   La conexión con la meseta castellana y con Francia puede esperar. Es sabido que el trazado entre Valladolid y Burgos tiene su fecha de finalización establecida a finales del año 2016. Mientras tanto el Burgos-Vitoria sigue sin fecha e incumpliendo los plazos previstos. Los tramos en los que se subdivide el recorrido están en fase de redacción de proyecto desde hace más de dos años.

   Pero además, y sobre todo, es la situación económica la que se cierne sobre los proyectos. El anterior Gobierno anunció que antes de que terminara la legislatura estaría en obras todo el trazado de Burgos a Vitoria, pero aquello fue antes de que las cuentas se desmoronaran. Aunque el AVE se ha mantenido como una prioridad política, todas las posibles obras entre Valladolid, Burgos y Vitoria figuran con una partida de 80 millones en los presupuestos del próximo año, una cifra que se antoja insuficiente si se quiere acometer la continuación hacia el norte.

   Cuando el Ministerio de Fomento anunció el famoso ‘tijeretazo’ del verano de 2010 Comisiones Obreras calculó que la alta velocidad no llegaría a Miranda de Ebro hasta el año 2020. Quizás no iba muy desencaminada.

Desde la terminal Rosa de Lima de la capital burgalesa son casi 100 kilómetros hasta la integración del ferrocarril en Vitoria. Incluyen una nueva estación en Miranda de Ebro adaptada para la alta velocidad (la de Burgos ya se construyó con los parámetros necesarios) y su indefinición está empezando a causar inquietud en el País Vasco.

   Algunos responsables del Gobierno Vasco se han dado cuenta de que una isla de alta velocidad no tiene ningún sentido. Sin prolongación hacia Francia (el gobierno de París tampoco avanza en las Landas), y hacia la meseta atravesando la provincia de Burgos, el AVE se convertiría en una especie de cercanías gran lujo.