En cuanto a la larga distancia, siempre y cuando sea una realidad el corredor navarro - previsto para el 2019 - y la línea Vitoria - Burgos - Valladolid - con el horizonte puesto en diciembre de 2015 -, una vez estudiadas las velocidades comerciales aplicadas en corredores actuales, me puedo aventurar a establecer unos tiempos de viaje con una fiabilidad del 95 %.
Una vez dicho ésto, Donostia se subirá al tren de altas prestaciones invirtiendo unos tiempos de viaje que robará viajeros a la carretera., quedando de la siguiente manera:
- A Zaragoza y Barcelona en 1h.45 y 3h.20
- A Burgos, Valladolid y Madrid se llegará en 1h.18; 2h.02 y 3h.05
- A Palencia y León el tiempo invertido será de 1h.57 y 2h.39
Más adelante colgaré otro artículo en el cual estableceré las variables y comparativas entre el avión y la alta velocidad, aplicando dos casuísticas como son los viajes de negocio (sin maletas) y los viajes de placer (con maletas). A modo de adelanto, indicar que la alta velocidad desde Vitoria será muy competitivo con respecto al avión. Sin embargo, desde Hondarribia y Loiu el avión será el ganador en la batalla de recorrer en menos tiempo posible - contando desde que sale uno de su domicilio - hasta llegar Chamartin, por ejemplo. Eso sí, la ventaja del TAV es que ofrecerá precios más bajos con respecto al avión.